(Lanzamiento de la editorial erótica Paradoxia y presentación de su primera novela / Te Mataré Ramírez / martes 25 de noviembre)
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Ponele que tenés que organizar la presentación de tu nueva editorial. Ponele que es una editorial especializada en literatura erótica. Ponele que sos creativo y que movés por la zona de Palermo. ¿Que haces?
¿Entregas chupetines con forma de pijitas a los que van llegando? Obvio.
¿Hacés chistes pícaros sobre los chupetines con forma de pijita que ya les entregaste a los que ya llegaron? Obvio.
¿Te ponés un vestido como para que se te vean un poco las tetitas, pero no todas, pero sí un poco, aunque no todas, un poco, hasta ahi, como para que alguien diga: mirá se le ven un poco las tetitas? Obvio.
¿Y para hacer el evento elegís un restó de comida afrodisíaca o que dice que vende comida afrodisíaca, en el caso en que la comida afrodisíaca realmente exista? Obvio. ¿Y ese restó es "Te mataré Ramirez"? Obvio.
Y ya sé, ya sé que más podes hacer: ¿Qué tal si proyectamos peliculas pornos en las paredes? Pero porno porno, con culos y con conchas. Pero pará, ahora te estás yendo a la mierda, que las peliculas sean porno, pero que sean antiguas así no da como que son porno. O sea, es porno, pero no es porno: es porno vintage.
Todo esto para contar una noticia, o dos: que nació Paradoxia, la editorial con que Alejandra Quevedo se quiere hacer un lugar en el mapa de las nuevas pequeñas editoriales de Buenos Aires, y otra la de la publicación inaugural de "Dos días en Venecia", novela de Adrián Haidukowski. Los amigos le dicen Haidu.
¿Y a que no saben en qué restó de comida afrodisíaca se presentó Paradoxia? ¿Y a que no saben qué le daban en la puerta los que iban llegando? ¿Y a que no saben qué clase de vestido tenía puesto Alejandra Quevedo? Y nunca, pero nunca van a adivinar qué clase de peliculas se proyectaban en las paredes.
Durante toda la noche el clima fué de un falsete a medio tono, amable. Y después, algunas malas ideas. Vamos por la primera: ¿Por que un restaurante afrodisíaco, durante la presentación de una novela erótica, le sirve a sus invitados tarta de espinaca y calabaza con una lechuguitas que son presentadas como escarola fina? ¿Por qué, a ver?
Después de cuarenta y cinco minutos, habiendo comprobado que la espinaca sería el unico plato de la noche empecé a chupar la pija de caramelo que me habian dado en la puerta. Era todo lo que habia para comer.
Despues Quevedo leyó algo bastante parecido a prólogo de la novela, en el que un tal Luis Diego Fernández se hace lugar en apenas tres mil caracteres para nombrar tres veces a Georges Bataille, dos a Foucault y una a Stanley Kubrick, Bioy Casares, Jacques Derrida, Nietzsche, Sade, Deleuze, Leibniz... juega en una baldosa, el pibe.
El final estuvo a cargo de un señor pelado con bigote manubrio y un cuerpito importante que, vestido con un baby doll y enfundado en medias de red, leyó un poema o algo que todos dimos por sentado que era un poema.
En un momento, recuerdo, empezó una cuenta que según tuvo la gentileza de avisarnos, daría comienzo a la orgía general en pleno "Te mataré Ramirez". El señor de baby doll y las medias de red dijo uno, dijo dos, dijo diez. Lo que sucedió a continuación fue muy parecido, yo diria que casi igual, a lo que ya venia sucediendo: cuarenta pelondangas escuchando a un pelado trasvestido leyendo algo con un erotismo que al lado de un Class, un Star New, incluso de un Anchorena, nos recuerda a la enciclica Rerum novarum, por decir un encíclica progresista.
Yo le sigo dando al pijorrio por más que haya perdido su forma y ahora se parezca más a un avioncito o a cualquier otra cosa que no lleve el nombre de, ¿pija?
Entre los conocidos no habia conocidos, siempre y cuando uno excluya a Pablo Udenio que pica en punta en el ranking de eventeros en el que este blog ya está trabajando.
Nos fuimos con un libro entre las manos: dos días en Venecia está delicadamente editado, un objeto pequeño y bien trazado que nos hace pensar que tal vez Paradoxia lo puede hacer bien, a pesar de la vulgar y sexista pija voladora que eligieron como logo. El resto, es literatura.
7 comentarios:
Dangas, la rompes. Collo
Wellcome!!!
Genial.
Queremos más!!
Brillante crónica.
Dan ganas de leer el libro y chupar la pijita, no?
Vi el logo el otro día, me llegó por mail. Y me pareció poco serio :-)
Saludos!
El logo es lo más!!!!
Lake, si esa es tu foto, el poco serio sos vos
Me dieron ganas de pedir un delivery de comida y buscarme una "porno vintage" como las llamaste. Es más barato que lo de "Te mataré Ramirez" y también más afrodisíaco jaja
Saludos
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